Al momento de salir la carroza fúnebre, Pepito rompe a llorar.
"Papá, no me dejes, llévame contigo, papá, buahhhhh..."
El público aglomerado en la salida de la funeraria rompe a llorar sin
contemplación. Y el niño continuaba su cuadro de dolor:
"Papá no me dejes, no me dejes papá, llévame contigooooo..."
De repente el chófer de la carroza, frena y sale del vehículo y grita:
"¡Mira muchacho del demonio, vete para la casa y déjame trabajar!"
En la funeraria.
viernes, 21 de diciembre de 2007Publicado por Pamela a las 19:43
Etiquetas: En la funeraria.
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