Tres convictos van en camino a la prisión. A cada uno le permiten llevar un objeto consigo para ayudarles a ocupar su tiempo mientras están encarcelados. En el colectivo, uno le pregunta a otro: "Oye, ¿tú que trajiste?"
El segundo convicto saca una caja de pinturas y dice que piensa pintar todo lo que pueda. Entonces le pregunta al primero: "¿Tú que trajiste?"
El prisionero saca un mazo de cartas y dice: "Yo traje cartas. Puedo jugar poker, solitario y muchos otros juegos."
El tercer convicto estaba sentado en silencio, sonriendo para sí mismo. Los otros dos lo ven y le preguntan: "Y tú, Manolo, ¿por qué estás tan sonriente? ¿Qué trajiste?"
Manolo saca una caja de tampones y dice sonriente: "Yo traje estos."
Los otros dos se miran intrigados y preguntan, "¿Qué puedes hacer con esos?"
Manolo se ríe satisfecho, apunta a la caja y dice: "Bueno, según dice aquí, puedo montar a caballo, nadar, patinar..."
Una caja de tampones.
sábado, 22 de marzo de 2008
Publicado por
Pamela
a las
20:03
Etiquetas: Una caja de tampones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 ¿Te Gusto?dejame tu comentario:
jajajaj, q gallego boludo..
Publicar un comentario