Te dije que fueras discreta.

Un gerente de una compañía petrolera tenía una reunión con los altos ejecutivos de la empresa.

La esposa del gerente le pide que la lleve a la reunión para aprender algo. El esposo se niega y le dice: "Noooo, ¿estás loca? Esa es una reunión muy importante y vos no me representas, sos ordinaria, mal vestida, grosera e imprudente."

"Dale papito, llévame por favor, yo me voy a portar bien."

"No, no, no, te dije que no, yo no me voy a arriesgar con vos en esa reunión,vos sos muy indiscreta."

"Dale, papito, llévame por favor, te juro que me arreglo bien y no voy a decir nada."

"Ok, mujer, te voy a llevar pero ponete la peluca rubia que te regalo tu mamá porque tenes ese pelo muy feo. Y recuerda que tenes que ser muy discreta."

La esposa muy contenta se arregla, se pone el mejor vestido y la peluca rubia.

En la reunión había una mesa muy larga. Los hombres estaban sentados de un lado y las mujeres del otro, y la esposa queda justo al frente de él.

Comienza la reunión y al cabo de unos minutos, la esposa se empieza a rascar suavemente la peluca detrás de la oreja, el esposo la vé y le dice en voz baja: "Tenes que ser discreta."

Continúa la reunión y al poco tiempo la esposa continúa rascándose la peluca pero más fuertemente, el esposo la observa y le abre los ojos y le dice: "¿Que pasa? Te dije que fueras discreta."

La reunión continúa y la esposa empieza de nuevo a rascarse la peluca, pero esta vez con las dos manos, de una manera muy efusiva, se para de la silla como loca, mueve su cabeza para todos lados...

El esposo se altera, se levanta de la silla y gritando dice: ¡Pero bueno, mujer, que mierda pasa con vos, te dije que tenías que tener discreción!"

Ella también alterada le grita: "¡Que más discreta queres que sea, si me está picando el culo y me estoy rascando la peluca!"