Creo en mis formas, en mis caminos,
en esos que duelen pero rinden frutos,
creo en el sendero de la verdad,
en el sendero difícil.
Creo en mi alma,
en esa porción agazapada de mí.
Creo en mis palabras, en mis frases,
en mis abrazos y en mis miradas.
Creo en quien soy, y por lo tanto,
en quien a pesar de las derrotas
no tengo intención de dejar de ser.
Creo en la vida, y en la magia
con la que toca todas las cosas.
Creo en mi sueño,
en el magnífico sueño que seguiré construyendo
hasta que no me queden más fuerzas para creer.
Creo en mi destino, en mi historia,
en mis pasos y en mi experiencia.
Creo en el destino y en un futuro de recompensa
para quienes afrontan el desafío
de ser fieles a sí mismos.
Creo en mí;
sobre todo creo en mí cuando caigo,
cuando no tengo fuerzas,
cuando el viento sopla y las velas ceden,
cuando creo que llegué al fondo del abismo,
sigo creyendo en aguantar,
y en volver con todas mis fuerzas,
para seguir y seguir viviendo,
y seguir andando, y seguir creyendo,
en caerme y levantarme, en perder y aceptarlo,
en retroceder y avanzar, en perdonar y seguir,
en equivocarme y aprender, en llorar y reír.
Creo en mi esfuerzo por crecer,
en mi humildad para evolucionar.
Creo en mis ganas de dar y sentir
y creo en un mundo maravilloso
que espera recibir mi gota de cariño.
Creo en la amistad, en los besos, en la lluvia,
en las sonrisas y en los secretos.
Creo en los sentimientos que pueden hacer
de cada día un sol distinto y por supuesto:
Creo en el amor, en ese modo indescriptible
de estar parado ante la vida,
en esa forma tan peligrosa y a la vez
tan excitante de tener el corazón abierto
sin importar el riesgo de cualquier herida.-
Creo.
martes, 13 de noviembre de 2007
Publicado por
Pamela
a las
20:43
Etiquetas: Creo.-David Cassín
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